miércoles, 18 de agosto de 2010

Instantes



Hoy nuevamente como cada día tuve la oportunidad de agradecer por la vida que Dios me dio, y la salud que me regala a cada momento y aquellas pequeñas cosas que te hacen reflexionar porque es digna de ser vivida, con total intensidad.

Aqui, un poema que copio , y la imposibilidad de vivir en el pasado.


Vivamos como si hoy fuese el primer y ultimo día, porque la vida esta pasando ahora frente a ti.



Instantes
(autor: Don Herold, adaptación: Borges)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años…
y sé que me estoy muriendo.

sábado, 14 de agosto de 2010

Y Dios creo a la mujer...


Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre, y no tenía más de que disponer.

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:

Tomo la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.

Mezclo tan desiguales ingredientes, formo a la mujer y se la dio al hombre.
Durante varios dias Dios observo al hombre, sin entender por que lo veía triste, irritable, pensativo, molesto etc. Una tarde el hombre llego junto a Dios con la mujer de la mano y le dijo:

-Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!
Dios acepto y tomo a la mujer.
El hombre se marcho solo, por unos dias el hombre estaba feliz al fin sin la carga de aquella mujer a la que no podia comprender, cazaba, corria alegre, preparaba su cena, etc. Dios lo observa con curiosidad. De pronto, al cabo de un tiempo Dios vio que el hombre se estaba marchitando de tristeza, ya no se le veia feliz corriendo por el campo, ya apenas cazaba y comia la comida sin casi cocinarla bien, estaba triste, callado, cansado, pensativo, como si echara mucho de menos algo que le hacia falta...Asi pasaron los meses, hasta que un dia el hombre no pudo mas y volvio ante Dios. Venia con la mirada triste, la cabeza gacha, los ojos perdidos en un profundo silencio de dolor. Al llegar ante Dios el hombre cayo de rodillas y suplicandole le dijo.
-Señor vengo a pedirte que me devuelvas a la mujer, la verdad me hace mucha falta.
Dios le miro sorprendido y le pregunto.
-Y ahora hijo mio, no entiendo, primero te quejabas de que no podias vivir con ella como es que quieres que te la devuelva?
-Si es cierto-dijo el hombre-pero lo que pasa es que ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música , era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, aunque me perseguia todo el tiempo, me hacia feliz, me recompensaba con un beso y palabras dulces cuando traia la mejor caza, me daba cariño, me cuidaba cuando me enfermaba y me regañaba si me excedia en algo para cuidar mi salud, me protegia y me mimaba, alegraba con su risa cristalina la soledad de mis dias, en fin Señor, me he dado cuenta que la necesito, que no puedo vivir sin ella.
Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho.
-Esta bien hijo mio, claro que puedes volverla tener, la he creado para ti por tanto es tuya, ahora bien, debes mimarla y quererla, respetarla y cuidarla bien, porque si no lo haces corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella para siempre.

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA


por GABRIEL GARCIA MARQUEZ


Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel,
si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,
si los rollitos no te generan trauma,
si nunca has sufrido de anorexia,
si tu estatura no afecta tu desarrollo personal,
si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas,
si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas,
si sabes cómo se prepara un arroz,
si puedes preparar un almuerzo completo con postre,
si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar,
si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar primera al gimnasio,
si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo, sin una gota de maquillaje en el rostro...
estás en vía de extinción...eres una mujer exquisita!

Una mujer exquisita no es aquélla que más hombres tiene a sus pies,
sino aquélla que tiene uno sólo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo;
es aquélla que con tan sólo una franca y abierta sonrisa, con una simple caricia y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquélla que tiene más títulos, ni más cargos académicos.
Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...
y los que estamos fuera de foco somos los hombres);
sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.
Una mujer interesante no es aquélla que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia,
es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.

Y un hombre...un hombre exquisito es aquél que valora a una mujer así.
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera...
que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento...
que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y tender la ropa,
hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...
La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser "muy machas" nos llevan gran recorrido...
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el "regalo" solamente por la vistosidad de su empaque!

Tonto y mil veces tonto el hombre que come "basura" en la calle, teniendo un exquisito manjar en casa.